La elaboración de cerveza es un proceso tan antiguo que ni siquiera se ha podido datar con exactitud. El hombre ha disfrutado de esta refrescante bebida elaborada con cereales y levaduras desde hace milenios. Hoy en día, a pesar de vivir en un mundo altamente industrializado, sigue habiendo amantes de la elaboración artesanal de cerveza, como es el caso de José Luis Hernández. Este joven lleva nueve meses elaborando cerveza en el ático de su casa, de forma tradicional, para su uso personal y de sus amigos y familiares.
“La cerveza tiene mucho éxito entre todos los que la prueban”, reconoce José Luis, mientras elabora los 25 litros diarios, como cada jornada desde hace meses. Esta buena acogida es la que ha hecho que se decida por emprender un nuevo negocio y producir la bebida de forma comercial. En este momento está pendiente de recibir los permisos necesarios para esta actividad, mientras acondiciona un local en Laujar de Andarax para establecer allí la fábrica. Según sus previsiones, para navidad ya podría estar vendiendo botellines de Cerveza La Cala, que es su nombre comercial.
“Una parte fundamental de la cerveza es el agua que se usa para su elaboración, y en este caso utilizo un agua formidable, procedente del municipio laujareño”, indica el artesano.
La fábrica tendrá una superficie de 90 metros cuadrados y contará con maquinaria de tipo manual traída desde Barcelona, con capacidad para elaborar 500 litros al día. Además, dispondrá de una cámara de maduración para que la temperatura sea siempre la perfecta para que el producto tenga la máxima calidad posible.
La elaboración de una buena cerveza es un proceso laborioso y de cierta complejidad. Son muchos los factores que influyen en el resultado final. La materia prima, la temperatura, los tiempos destinados a la ebullición, fermentación y maduración, etcétera.
El proceso de elaboración se divide, básicamente, en ocho partes. Primero se realiza el molturado de la malta, usando un molino manual. Cerveza La Cala se fabrica con malta alemana, aunque en un futuro pretenden cultivarla en Almería. Después se procede al macerado, mediante el cual se extraen los azúcares al cereal. Más tarde, se realiza el filtrado y lavado de la malta. Los restos resultantes pueden usarse para la alimentación animal o como abono para los cultivos. El paso posterior es la ebullición. En este momento se añade el lúpulo. Dependiendo del tiempo que se deje hervir el resultado final será un tipo de cerveza u otro. Más tarde se procede al enfriado de líquido resultante, llamado mosto. Posteriormente, se añade la levadura y se deja fermentar durante algo más de una semana. La cerveza La Cala está fermentada dos veces, la segunda vez en la botella. Ya solo queda el embotellado y dejar a la bebida madurar durante un mes, aproximadamente.
Por el momento, José L. Hernández elabora tres tipos de cerveza: una rubia, una tostada y una de trigo, todas de 7,4 grados. La presentación es en botella de cristal de 33 o 50cl. En la etiqueta, además del color identificativo de cada tipo de cerveza, se incluye una fotografía de una cala almeriense representativa.
Está previsto que en navidad o en los primeros meses de 2014 la bebida llegue al público. Los potenciales clientes son hoteles, restaurantes, tiendas gourmet y la venta a particulares, que se realizará online a través de la página web. En pocos meses, lo que comenzó siendo una afición, termina convertido en un gran proyecto emprendedor.
